¡Qué clase más
intensa la de hoy día!, su nombre era clase de teatro, pero considero que le
queda mejor el nombre, expresión de historias personales a través de la palabra. Esta clase ha sido
muy emotiva, ha despertado situaciones y
sentimientos personales muy fuertes en cada uno de nosotros, tanto en los que
narrábamos como los que oían. Afortunadamente tuve la posibilidad de participar
en el grupo que relataba su historia. Aquí va lo que experimente en esta tremenda
clase. Nos
dispusimos en un círculo en el centro de la sala, y comenzamos a pensar en una
persona que haya influido principalmente en nuestra vida, en un principio se
me venían muchas personas a la cabeza, familiares, amigos, maestros, hasta el
punto que pensé en poner al mundo como la mayor influencia, pero la idea era
escoger a alguien en concreto, así que elegí a Buda, el fundador de las ideas básicas
de budismo, aprovecho de aclarar que buda se refiere a un estado y no a una
persona en específico, por lo tanto, cuando me refiero a Buda, hablo de todos
los maestros que han entregado su sabiduría al mundo. Hace unos cuantos años
supe de la existencia de esta antigua corriente filosófica, y desde que la conocí,
me fascinó, lamentablemente aquí en Chile hay escasa información sobre estas
enseñanzas por lo que me ha costado mucho comprender a fondo sus principios. Me
ha marcado rotundamente en muchos aspectos, me ha permitido ver la vida desde
distintos puntos de vista, y cada vez que escucho hablar de budismo, vibro, me
lleno de alegría. Tanto que mi mayor sueño se relaciona directamente con el budismo.
Teníamos
mucho diario y cinta adhesiva, con ella debíamos crear un símbolo o algo que
representara a esa persona. Construí un pequeño buda sentado en la base de un árbol,
en posición de meditación, la más común de las representaciones. Fueron presentando
su construcción, todos hablaron cosas muy hermosas acerca de esa persona tan
especial. Fue en ese momento cuando escuchaba a mis compañeros, me percate de
una persona tremendamente especial que había olvidado por completo, mi
bisabuelo. Es la persona más especial que he conocido hasta ahora, no hay nadie
que se le iguale, su alegría y paciencia no tienen límites, tan lleno de
virtudes está que lo llamo el buda viviente. Nunca lo he visto enojado por
algo, y mi madre me cuenta que ella tampoco. Él tiene 95 años, ha tenido una
vida muy difícil, comenzó a trabajar muy joven,
en el campo y solo hace dos años que dejo el trabajo, vendió sus
animales, y arrendo sus tierras. Lo visitamos todos los domingos, así nos
juntamos toda la familia, en su gran casa de adobe, muy humilde por lo demás,
pasamos gratos momentos. Me considero muy afortunado al tenerlo como bisabuelo.
Siento
que esta clase nos ha unido más como curso, nos dio la posibilidad de estrechar
vínculos, conocernos mejor y ver que cada uno tiene una historia por contar.
Eduardo: Excelente texto,vas bien encaminado en tu blog. Me gusta el nombre y su gráfica.
ResponderEliminarNo olvides los gadget laterales con link relacionados con la malla curricular.
La esencia de la escritura en Internet es el hipertexto, no los olvides al momento de escribir.
Un abrazo y felicitaciones por tu blog.
Félix Pérez