jueves, 23 de mayo de 2013

¡Qué clase más intensa la de hoy día!, su nombre era clase de teatro, pero considero que le queda mejor el nombre, expresión de historias personales  a través de la palabra. Esta clase ha sido muy  emotiva, ha despertado situaciones y sentimientos personales muy fuertes en cada uno de nosotros, tanto en los que narrábamos como los que oían. Afortunadamente tuve la posibilidad de participar en el grupo que relataba su historia. Aquí va lo que experimente en esta tremenda clase. Nos dispusimos en un círculo en el centro de la sala, y comenzamos a pensar en una persona que haya influido principalmente en nuestra vida, en un principio se me venían muchas personas a la cabeza, familiares, amigos, maestros, hasta el punto que pensé en poner al mundo como la mayor influencia, pero la idea era escoger a alguien en concreto, así que elegí a Buda, el fundador de las ideas básicas de budismo, aprovecho de aclarar que buda se refiere a un estado y no a una persona en específico, por lo tanto, cuando me refiero a Buda, hablo de todos los maestros que han entregado su sabiduría al mundo. Hace unos cuantos años supe de la existencia de esta antigua corriente filosófica, y desde que la conocí, me fascinó, lamentablemente aquí en Chile hay escasa información sobre estas enseñanzas por lo que me ha costado mucho comprender a fondo sus principios. Me ha marcado rotundamente en muchos aspectos, me ha permitido ver la vida desde distintos puntos de vista, y cada vez que escucho hablar de budismo, vibro, me lleno de alegría. Tanto que mi mayor sueño se relaciona directamente con el budismo.                                                                                                                   Teníamos mucho diario y cinta adhesiva, con ella debíamos crear un símbolo o algo que representara a esa persona. Construí un pequeño buda sentado en la base de un árbol, en posición de meditación, la más común de las representaciones. Fueron presentando su construcción, todos hablaron cosas muy hermosas acerca de esa persona tan especial. Fue en ese momento cuando escuchaba a mis compañeros, me percate de una persona tremendamente especial que había olvidado por completo, mi bisabuelo. Es la persona más especial que he conocido hasta ahora, no hay nadie que se le iguale, su alegría y paciencia no tienen límites, tan lleno de virtudes está que lo llamo el buda viviente. Nunca lo he visto enojado por algo, y mi madre me cuenta que ella tampoco. Él tiene 95 años, ha tenido una vida muy difícil, comenzó a trabajar muy joven,  en el campo y solo hace dos años que dejo el trabajo, vendió sus animales, y arrendo sus tierras. Lo visitamos todos los domingos, así nos juntamos toda la familia, en su gran casa de adobe, muy humilde por lo demás, pasamos gratos momentos. Me considero muy afortunado al tenerlo como bisabuelo.                                                                                                                                                                                      Siento que esta clase nos ha unido más como curso, nos dio la posibilidad de estrechar vínculos, conocernos mejor y ver que cada uno tiene una historia por contar.

1 comentario:

  1. Eduardo: Excelente texto,vas bien encaminado en tu blog. Me gusta el nombre y su gráfica.
    No olvides los gadget laterales con link relacionados con la malla curricular.
    La esencia de la escritura en Internet es el hipertexto, no los olvides al momento de escribir.
    Un abrazo y felicitaciones por tu blog.
    Félix Pérez

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