jueves, 30 de mayo de 2013

Esta es la segunda clase, en la que la emoción se manifiesta tan potentemente, al parecer esto va en aumento. Esta vez me toco observar a mis compañeros, ellos debían hablar de una objeto muy querido, algo que nunca regalarían, que se llevarían consigo si se fueran de su casa, así de importante debe ser este objeto. En general los objetos fueron, juguetes que recordaban a la infancia, collares, libros, dibujos, fotografías etc. Pero mas que el objeto en si, importaba la historia que estaba detrás de ese objeto tan particular, tan especial para esa persona, algo que puede ser muy común para nosotros pero para esa persona tiene un significado, una historia muy intima y particular. Se cerraron las persianas, y en ese ambiente de intimidad y confianza comenzaron las historias, sentía como cada una de ellas se iba reflejando en mi, la mayoría eran sentimientos comunes, como el hecho de haber perdido algún familiar y la importancia del lazo que mantenían, lo difícil que fue superarlo, y como a través de estos objetos ellos fueron sacando la energía necesaria para poder seguir adelante, los sentimientos de amor que expresan nuestros amigos y familiares, objetos que nos regalan y que producen una especie de apego hacia estos, pues nos recuerda a esa persona.
Hay otros casos en donde, al igual que yo, no encontraban un objeto por el que sintieran tanto afecto, para no poder regalarlo, o abandonarlo. Se debía principalmente a que tenían un desapego a lo material, o por que simplemente no lo encontraban. Aun así , hay que admitir que todos tenemos varios objetos que no nos gustaría perder.
En mi caso serian varios objetos, algunos libros, películas, alguna que otra creación mía (pinturas, dibujos, instrumentos, esculturas) que he realizado desde muy pequeño, pero tendría en un altar a las fotografías, hay un cajón en mi hogar, dedicado especialmente a los álbumes de fotografías. Algunas tan antiguas que son en blanco y negro, de mis antepasados, otras tan modernas, como las sacadas en la navidad pasada. Todas y cada una de ellas valen oro, ya que representan toda la vida, que a rodeado a mi familia por años. Es como abrir un libro y ver nuestra vida plasmada, en un milisegundo, en ese momento,” que bella es la fotografía”, hasta puede lograr captar la esencia de la situación. Son las fotos lo que guardaría en primer lugar, si es que algún día llegan a atacar los zombis.
Debo admitir que me emocione, con las historias contadas por los “narradores de vidas”, eso me pareció muy extraño, ya que últimamente me he sentido como frío, inconmovible, no tan distinto a una roca. Pero estas historias me llegaron profundamente, a rincones de mi sentir, que estaban dormidos. Recordé a mi bella familia y lo importante que han sido para mi, a mis amigos, algunos que he dejado de ver, otros que nos seguimos viendo, y a personas que han sido mis guías en el sendero de la vida.









jueves, 23 de mayo de 2013

¡Qué clase más intensa la de hoy día!, su nombre era clase de teatro, pero considero que le queda mejor el nombre, expresión de historias personales  a través de la palabra. Esta clase ha sido muy  emotiva, ha despertado situaciones y sentimientos personales muy fuertes en cada uno de nosotros, tanto en los que narrábamos como los que oían. Afortunadamente tuve la posibilidad de participar en el grupo que relataba su historia. Aquí va lo que experimente en esta tremenda clase. Nos dispusimos en un círculo en el centro de la sala, y comenzamos a pensar en una persona que haya influido principalmente en nuestra vida, en un principio se me venían muchas personas a la cabeza, familiares, amigos, maestros, hasta el punto que pensé en poner al mundo como la mayor influencia, pero la idea era escoger a alguien en concreto, así que elegí a Buda, el fundador de las ideas básicas de budismo, aprovecho de aclarar que buda se refiere a un estado y no a una persona en específico, por lo tanto, cuando me refiero a Buda, hablo de todos los maestros que han entregado su sabiduría al mundo. Hace unos cuantos años supe de la existencia de esta antigua corriente filosófica, y desde que la conocí, me fascinó, lamentablemente aquí en Chile hay escasa información sobre estas enseñanzas por lo que me ha costado mucho comprender a fondo sus principios. Me ha marcado rotundamente en muchos aspectos, me ha permitido ver la vida desde distintos puntos de vista, y cada vez que escucho hablar de budismo, vibro, me lleno de alegría. Tanto que mi mayor sueño se relaciona directamente con el budismo.                                                                                                                   Teníamos mucho diario y cinta adhesiva, con ella debíamos crear un símbolo o algo que representara a esa persona. Construí un pequeño buda sentado en la base de un árbol, en posición de meditación, la más común de las representaciones. Fueron presentando su construcción, todos hablaron cosas muy hermosas acerca de esa persona tan especial. Fue en ese momento cuando escuchaba a mis compañeros, me percate de una persona tremendamente especial que había olvidado por completo, mi bisabuelo. Es la persona más especial que he conocido hasta ahora, no hay nadie que se le iguale, su alegría y paciencia no tienen límites, tan lleno de virtudes está que lo llamo el buda viviente. Nunca lo he visto enojado por algo, y mi madre me cuenta que ella tampoco. Él tiene 95 años, ha tenido una vida muy difícil, comenzó a trabajar muy joven,  en el campo y solo hace dos años que dejo el trabajo, vendió sus animales, y arrendo sus tierras. Lo visitamos todos los domingos, así nos juntamos toda la familia, en su gran casa de adobe, muy humilde por lo demás, pasamos gratos momentos. Me considero muy afortunado al tenerlo como bisabuelo.                                                                                                                                                                                      Siento que esta clase nos ha unido más como curso, nos dio la posibilidad de estrechar vínculos, conocernos mejor y ver que cada uno tiene una historia por contar.

viernes, 17 de mayo de 2013


Si le tuviera que poner un nombre a esta clase sería, movimiento espontáneo del cuerpo, siento que esta clase se destaco mas que varias de las anteriores, ya que se nos dio mas libertad corporal. La clase comenzó con ejercicios similares a los de la clase anterior. Movimiento de brazos, piernas, cuello, para ir soltando el cuerpo, relajándolo para así sentirnos mejor. Luego comenzamos a caminar a lo largo y ancho de la sala en la dirección que quisiésemos, cada vez fuimos acelerando mas el paso, la idea era moverse sin chocar al resto, moverse con completa libertad, con el cuerpo relajado y percibiendo lo que sentíamos. Cuando el movimiento se volvió bien acelerado, fue como si caminara por una de esas calles repletas de gente, como en santiago, solo viendo como las personas pasan, como cuando aceleran la velocidad de los vídeos y se ve a las personas pasar rápidamente por el lado sin distinguir a nadie, como demostrando el ritmo acelerado que se vive generalmente en las ciudades. Eso es lo que mas se acerca a mi impresión.
Formamos grupos al azar, y escogimos una palabra, que tuviera alguna relación, con terapia ocupacional, nosotros escogimos la palabra biopsicosocial, pienso que es una de las palabras que mejor define nuestro enfoque como profesionales, ya que no solo trabajamos con el cuerpo de la persona, o su mente, sino que engloba un conjunto de circunstancias que rodean a la persona o que tienen directa relación en como se desenvuelve en la sociedad.
La parte mas significativa de la clase, el clímax se podría decir, fue cuando nos separamos en tres grupos , un grupo (los que tenían algún problema y no se podían mover demasiado), en otro utilizarían sus mascaras y presentarían una especie de actuación y el grupo en el que estaba yo, (los que queríamos movernos hasta que sangraran nuestros pies). Nos quedamos en la sala y los otros fueron a preparar su presentación, al patio.
El grupo se dividió en dos y nos sentamos en extremos de la sala, la profesora puso música, y la idea era ir saliendo de a dos personas, realizar unos movimientos, los que uno quisiera, utilizando todo nuestro cuerpo, incluso nos podíamos arrastrar por el suelo o correr por toda la sala, era la libertad absoluta, luego nos juntábamos en medio, inmóviles  y llegaban otros dos, que hacían sus propios movimientos, hasta que finalmente salían todos y se producía un gran espectáculo de expresión corporal.
Primero hizo su actuación el grupo de las mascaras. Luego siguió nuestra presentación y por ultimo el otro grupo utilizo diferentes instrumentos musicales, con este ultimo nos tendimos en el suelo, y nos dejamos llevar, podría haber estado años escuchando los sonidos que se producían, mientras tocaban sus instrumentos caminaban por distintos lugares, apenas sentía sus pies, era como si volasen, la música me trajo recuerdos, me llevo a otros mundos, la lluvia, el mar, el campo etc. Todas estas presentaciones se produjeron sin emitir palabra alguna.

sábado, 11 de mayo de 2013


¿Movimiento creativo?, si no me equivoco así se llamó la clase de esta semana, no tenia idea que podía significar, ni que cosas experimentaríamos en la sala.
En primer lugar nos sacamos lo zapatos, elegimos un compañero, y la profesora se paro sobre una silla tomo dos zapatos, uno representaba a mi amigo y el otro a mi. Teníamos que imitar el movimiento que realizaba con el zapato, debíamos estar atentos y en silencio, eso fue lo que mas nos destaco la profesora, silencio, por lo que teníamos que comunicarnos con señas o de otras formas, ahora que lo pienso bien, ese fue el principal objetivo de esta clase aprender a comunicarnos a través del apretón de manos, del abrazo, del contacto corporal.
Luego la profesora puso música, una música que relajaba, te hacia volver el foco de atención hacia dentro, hacia lo que sientes. Mientras escuchábamos la música, comenzamos a caminar a lo largo de la sala, en cualquier dirección, nos desplazábamos por todos lados, sintiendo nuestros pies al contacto con el piso, nuestra respiración, los brazos colgando relajados al lado de nuestro cuerpo, etc. Paso un rato y tuvimos que comenzar a saludarnos de diferentes maneras, primero con un apretón de manos, luego poner las manos sobre los hombros de nuestros compañeros, tocando su oreja, dando los cinco, chocando los hombros y las caderas. Todas estos saludos se hacían al azar, con quien te encontraras, y mirándose a los ojos. La gran mayoría, lo tomamos para la risa, y cada vez que nos encontrábamos hacíamos saludos extraños, y divertidos.
Después nos ordenamos por Rut, armando una gran ronda en la sala, y jugamos al wich- wach, ni siquiera se si es realmente un juego, pero yo lo veo así. Era parecido a la ola que se hace en el estadio, con la diferencia que solo teníamos que mover los brazos, uno para wich y otro para wach, cada uno en diferentes direcciones. Otra actividad que realizamos fue caminar hacia atrás, hasta toparse con otra espalda, cuando lo hiciéramos nos debíamos quedar ahí, la profesora nos indicaba que sentimiento expresar por ejemplo saludar, demostrar tristeza, enojo, alegría, bailar con la otra espalda. Era como si todo nosotros fuéramos esa parte del cuerpo, se pierde la vista, el olfato, la voz. Solo somos la espalda y este sentimiento fue similar con la última actividad que realizamos. Luego de una relajación, nos juntamos en pequeños grupos, nos sentamos en círculos, nos tomamos de las manos y cerramos los ojos (no pude evitar recordar la película de avatar), teníamos que demostrar sentimientos solo a través de las manos, había que sentir la mano del otro, conocerla, no era tu mano la que tocaba otra mano, si no que eras tu que tocabas a otra persona, sentí como se traspasaba mi conciencia, ya no importaba nada mas, no acudían a mi mente otros pensamientos, solo estaba ahí, era como si yo fuese la mano, y estaba con otra persona, conocía a otra persona.

sábado, 4 de mayo de 2013


En esta ocasión, hemos pintado y decorado nuestras mascaras, esas que hicimos la clase pasada. No puedo evitar mencionar lo mucho que reí, con la mascara de mi compañera, Dayra perdón, pero ya sabes que tiene múltiples beneficios que te pueden salvar en  mas de un apuro.
Continuando con la historia, quien quisiera adornar con objetos extra su mascara podía hacerlo. Yo me traje unas cuantas hojas de palmera de mi hogar, ya que los demás materiales la profesora nos lo iba a pasar.
Comencé a pensar ¿que puedo hacer?, la idea era pintar algo en la mascara, que nos representara, nuestra personalidad, pensamientos, eso que somos etc.
Se me ocurrió la idea de pintar algo que representara mis pasiones, es decir, todo aquello que me hace feliz, ese conocimiento que no me canso de buscar, y aprender. Es un vasto universo donde se hayan entretejidas muchas cosas. Me refiero a tres cosas en particular la cultura budista, la fantasía o magia y los pueblos aborígenes.
En primer lugar el budismo ha influido bastante en mi personalidad, en la manera de ver la realidad y en la forma de vida que llevo. Pese a no conocer profundamente sus enseñanzas, lo poco y nada que he leído, me permitió conocer aspectos de la vida que ignoraba, y me fascina aprender técnicas de meditación, yoga, y todo lo relacionado con la cultura oriental, en general.
Sobre la magia y la fantasía, me siento en éxtasis al leer algún libro o ver una película que trate sobre elfos, magos, dioses, duendes, monstruos, dragones y todo lo que forma parte del mundo fantástico.
En relación a la cultura aborigen, y me refiero a las culturas de todo el mundo, les tengo un gran respeto, y considero que esa sabiduría que transmiten no debe ser olvidada, la importancia de la conexión con la tierra, y los beneficios de vivir en equilibrio y armonía con la naturaleza. Considero que se ha pasado a llevar a estas culturas y que no se le ve como iguales, sino como seres inferiores y bárbaros, lo cual es un grave error pues demuestra la ignorancia de nuestras mentes.
He contado tres aspectos que son fundamentales y parte de lo que me identifica como soy, he ahí la importancia por la cual, intente plasmar estos pensamientos en la mascara, pues son parte de mi, a través de la pintura roja y amarilla le di color a los ojos, representando las túnicas de los monjes budistas. La mascara café representa la tierra y la conexión con la naturaleza y por ultimo en la frente le coloque hojas de palmera, para representar los pensamientos mágicos que salen de mi mente.
Si te preguntas si todo esto lo pienso en la clase, la respuesta es no, en la clase me llegan simples ideas, que son la base de lo que escribo aquí, pues siento que este es el objetivo del blog poder desarrollar tus experiencias de la clase y encontrar el significado de ellas.